Algunos dicen que la alegría y el trabajo son como el agua y el aceite, es decir, nunca se mezclan, por otro lado, la teoría dice que una persona alegre o feliz es más productiva, ¿es posible pasarla bien en nuestro lugar de trabajo?
Analicemos estas ideas como si fuera un partido de fútbol, donde no importa si eres un jugador en la cancha o un espectador en la TV, cuando tu equipo ha hecho su mejor esfuerzo y gana todo es alegría. Todos brincamos, gritamos, nos abrazamos y nos emocionamos como niños chiquitos. En ese momento hasta nos sentimos invencibles, listos para todo lo que venga.
¿Es posible experimentar ese mismo sentimiento en nuestro lugar de trabajo?