Jaffa es el puerto más antiguo de Israel y uno de los más antiguo del mundo, hoy en día este puerto se conoce con el nombre de Tel Aviv – Yafo.
Se cree que fue fundado hace 3,800 años y aún hoy en día es usado por pequeñas embarcaciones de pescadores.
Con tanto tiempo de vida, no es de extrañar que Jaffa este llena de mitos y leyendas.
Hoy te voy a contar mis 3 historias preferidas que conocí mientras caminaba por las calles de esta pequeña ciudad:
- Jaffa y la ballena porque me recuerda a mi infancia
- Romance en Jaffa, porque soy una romántica
- Jaffa y las naranjas, porque nunca pensé encontrar una fruta con denominación de origen aquí
3 historias que sucedieron en Jaffa
#1. Pinocho y la ballena
Seguramente conoces el cuento donde una ballena se trago a Pinocho, lo que probablemente no sabías es que este cuento esta basado en un hecho que sucedió en este puerto.
Recuerdo que cuando era niña mis papás me compraron el cuento de Pinocho y la Ballena.
Tengo muy presente en mi memoria el dibujo de Papa Gepetto, Pinocho y Pepé Grillo en su pequeña balsa flotando dentro del enorme estomago de la ballena haciendo una fogata.
Con el tiempo me olvidé por completo de esta historia, hasta que un día caminando por las calles de Jaffa me enteré que la historia de Pinocho y la Ballena está basada en una parte de la Biblia que de hecho sucedió en el puerto de Jaffa.
La historia bíblica resumida, habla de que Jonás partió del puerto de Jaffa hacia Tarsish desobedeciendo a Dios quien lo había mandado a profesar a la ciudad de Nínive.
Debido a esa desobediencia, Dios mando una tormenta que agitó el mar donde navega su pequeño barco.
Cuando sus compañeros marineros, se enteraron que la tempestad era causa de la desobediencia de Jonás, lo tiraron por la borda.
Jonás entonces fue “comido” por una ballena.
Mientras estaba dentro de la ballena, Jonás pidió perdón a Dios por su desobediencia y la ballena lo llevó a las playas de Nínive.
Ahí Jonás predicó y los convenció a los pobladores de Nínive de seguir las indicaciones de Dios.
Si bien, yo conocí esta historia a través de los cuentos de Walt Disney cuando era niña.
Este cuento a su vez se base en el libro del escritor italiano Carlo Collodi, quien a su vez seguramente se inspiró en la historia original de la Biblia.
Lo que me asombra es que una historia que nació en Jaffa, que a pesar de ser muy antiguo es en realidad un lugar pequeño, le ha dado la vuelta al mundo y aún sigue siendo vigente.
#2. Romance griego en Israel
El amor no conoce fronteras, es porque esto, que los dioses griegos encontraron el amor en este puerto israelí.
Cuenta la leyenda que Cefeo era el Rey de Jaffa y su esposa Casiopea presumía todo el tiempo que ella y su hija Andrómeda eran más hermosas que las Nereidas, quienes eran las divinidades del mar.
Esta presunción hizo enojar a las Nereidas y buscaron venganza con el apoyo de Poseidón Dios de los Mares.
Poseidón envió a un monstruo marino a destruir la ciudad de Jaffa.
El Rey Cefeo se vio en la necesidad de entregar a su hija a dicho monstruo con tal de salvar a la ciudad y sus habitantes.
Por ello, Andrómeda fue encadenada a una roca cerca de la orilla del mar mientras esperaba su fatal destino
Perseo hijo del Dios Zeus pasó por ahí y quedó deslumbrado con la belleza de Andrómeda y se enamoró profundamente de ella.
El rey Cefeo prometió la mano en matrimonio de su hija a Perseo, si éste la podía rescatar del terrible monstruo marino.
Perseo mató al monstruo marino y casó con la bella Andrómeda.
Los restos del monstruo marino se convirtieron en piedra y aún hoy en día pueden ser vistos frente al puerto de Jaffa.
Siendo honesta, no conocía esta historia antes de visitar Jaffa.
Sin embargo, me gusta la idea de que los dioses griegos hayan vivido en Jaffa y de que su historia forme parte de la cultura del puerto hoy en día.
#3. Naranja dulce, limón partido
En mi mente Israel era un desierto, cuando llegué y vi tantos árboles y tanto campo verde sentí que había aterrizado en el aeropuerto incorrecto.
Lo cierto es que la ciudad de Jaffa desde 1970 recibió la “Denominación de Origen” de las naranjas de Jaffa.
Esta es una naranja dulce sin semillas nativa de esta zona del mundo que se hizo famosa en los años 70’s y fue exportada hacia Europa.
Si bien, la población hoy en día en su mayoría ya no son campesinos, la producción de esta naranja sigue siendo motivo de orgullo para Israel.
Sobra decir que no conocía estas naranjas, pero les informo que las probé y efectivamente son muy dulces y sabrosas.
Tener una fruta que lleva el nombre de tu ciudad es motivo de gran orgullo y obviamente forma parte de la identidad del puerto de Jaffa, tal como lo saben estás 17 denominaciones mexicanas.
Jaffa en la actualidad
Jaffa era el principal puerto de entrada para Israel.
Debido a los continuos ataques a esta ciudad, se construyó una muralla que rodeaba la ciudad.
Con el paso del tiempo la población excedió la capacidad de la ciudad amurallada y la gente empezó a habitar fuera de ella.
Después de la Segunda Guerra Mundial, la población que vivía fuera de Jaffa empezó a crecer, a este asentamiento se llamó Tel Aviv.
Con el tiempo Tel Aviv creció en tamaño e importancia económica, de forma que “absorbió” a la ciudad de Jaffa.
Hoy en día el nombre oficial es Tel Aviv – Yafo (Yafo significa Jaffa en hebreo) y en Israel es conocida como la ciudad de la diversión.
Algunos también la llaman “la gran naranja”.
Últimas palabras
Sin duda, viajar nos da la oportunidad de conocer historias en el lugar mismo donde sucedieron.
Me encanta ir a lugares donde se que vivieron personajes históricos o donde se que sucedieron hechos que cambiaron la historia.
Para mí, en caso de Jaffa es especial, Israel tiene muchos lugares muy muy muy famosos (sin exagerar), por eso cuando llegué a Jaffa y descubrí estas historias me queda claro que hay mucho mundo por descubrir, solo tenemos que estar atentos.
Sin duda viajar es como leer un libro, el que no viaja solo leer una página.
En estos tiempos de pandemia donde viajar es un no-no, nos queda la alegría de viajar leyendo, espero que estas líneas te hayan inspirado para seguir viajando a través de la lectura.
