¿Qué hacer después de una tragedia?

Aquí describo el botiquín de primeros auxilios que necesitamos los mexicanos ante una tragedia.

El lunes 3 de mayo de 2021 es una fecha muy triste para la CDMX pues ocurrió el accidente de la Línea 12 del metro donde fallecieron 27 personas y otras tantas sufrieron lesiones.

Las tragedias no son exclusivas de México, las encontramos en todos los países y en todas las épocas de la historia.

Lo que si cambia entre países y a lo largo de la historia es el tipo de respuesta después de una tragedia.

Quiero que revisemos juntos algunas diferencias entre las respuestas de México e Inglaterra ante la tragedia y veamos que podemos aprender.

Un verano ardiente

Viajemos a Londres en el verano de 1666, donde un incendió arrasó con el 80% de las viviendas de la ciudad de aquel entonces.

Además de casas, el fuego quemó la catedral de San Pablo y otras 87 iglesias, los edificios del ayuntamiento, 94 casas gremiales y un número desconocido de personas.

En aquel tiempo los incendios eran muy comunes, así que el gobernante de la ciudad no le dio importancia.

Ese verano había sido muy caluroso y seco, esto aunado a que los edificios y casas eran de madera hicieron que el incendio fuera dantesco.

El incendió inició el domingo en la madrugada y se extinguió hasta el miércoles, cuentan las crónicas de la época que era “un verdadero infierno”.

Incluso se dice que algunos días después de haberse extinguido el incendio no se podía caminar sobre el piso porque aún estaba caliente.

Cuando el incendió terminó, empezó otra tragedia que era el decidir quien tenía que pagar por los costos de reparación de las casas, así como dar alimento y cobijo a una población en el invierno que se aproximaba, pues el incendio paso del 2 al 5 de septiembre.

A grandes males grandes remedios

Después del incendió se creó una Corte Especial para asuntos del Incendio y el Acta de Reconstrucción de 1667.

Se identificaron cinco causas principales del incendió:

  1. Calles muy angostas, con edificios muy próximos entre sí, que hacía que el fuego pasará de una calle a la otra rápidamente.
  2. Calor del verano
  3. El material de construcción (Casas y edificios eran hechos de madera)
  4. El viento
  5. Lenta respuesta para contrarrestar el incendio.

El Acta de Reconstrucción de 1667 tenía muy claro que debía evitarse que una tragedia de esta índole se repitiera.

De las causas del incendio la temperatura del verano y el viento están fuera del control humano y por obvias razones quedaron fuera.

Sin embargo, las nuevas regulaciones de construcción atacaban las otras 3 causas: la proximidad de los edificios, el material de construcción y la lenta respuesta.

Las 4 cosas buenas que dejó la tragedia

La tragedia en Londres hace 355 años modificó la forma en que hoy vivimos en muchas partes del mundo, aquí 4 ejemplos.

#1. La nueva regulación de construcción.

Si bien caminar por los callejones de Guanajuato o las callecitas de Taxco tiene su encanto, en Londres era sinónimo del riesgo de volver a sufrir un incendió masivo.

Por lo tanto, la nueva regulación exigía calles más amplias para separar las cuadras, y así:

  • Reducir el riesgo de que el fuego avanzará entre calles
  • Facilitar el movimiento de personas tanto para evacuarlas en caso de emergencia como para ingresar a ayudar o sofocar incendios.

También exigía piedra y ladrillo como el material de construcción pues eran más resistente a los incendios que la madera.

Las casas que no cumplieran con tales requisitos eran demolidas por el gobierno inmediatamente.

#2. Suministro de Agua

La regulación de construcción también abarcó el suministro de agua que en esa época era en tuberías de madera.

Lo más importante fue que colocó suministros de agua en la calle de forma visible que podían abrirse para sofocar un incendio, es decir, son los abuelitos de las actuales “bocas de incendio”.

Esta medida estaba pensada para contrarrestar “la lenta respuesta” que se había tenido en la tragedia de 1666.

Respuesta a la tragedia

#3. Bomberos

Los incendios en Londres eran muy comunes, y la única forma de detenerlos era demoler casas para evitar que el incendió “siguiera avanzando”.

Después de este gran incendio surgió equipo especializado para ser usado por una cuadrilla de personas en caso de un incendio.

Estos son los inicios del cuerpo de bomberos que conocemos en la actualidad.

#4. La Industria aseguradora

Los habitantes del viejo Londres tenían la opción de pagar una cuota que les aseguraba el servicio de bomberos en su domicilio de forma inmediata en caso de incendio.

Poco a poco nuevas empresas fueron creadas y la industria de las aseguradoras evolucionó hasta lo que conocemos hoy en día.

¿Qué hacemos en México después de una tragedia?

Cuando leo hechos históricos donde después de una gran tragedia hay un final feliz, me entristece un poco.

Y es que pocas de estas historias se ubican en mi México lindo y querido (aunque evidentemente las hay).

Y la pregunta es: ¿Qué nos impide a los mexicanos tener muchas historias de éxito después de las tragedias?

Los mexicanos y la tragedia

A continuación, describo 3 características de los mexicanos ante la tragedia.

#1. Somos un pueblo solidario y pronto nos organizamos para ayudar.

No importa en que estado de la república se necesita la ayuda, la sociedad se organiza para mandar víveres, cobijas, palas o lo que sea que se necesite en el momento.

Si vivimos cerca de la tragedia pronto salimos a las calles a auxiliar según lo requiera la ocasión.

En este rubro sí somos un ejemplo mundial, y en mi opinión no hay quien nos gane.

#2. Respeto por el poder

Aquí es donde la puerta torció el rabo o, dicho en otras palabras, este es nuestro punto débil.

Como sociedad, los mexicanos tenemos gran respeto al poder.

En el caso del incendió de Londres, recordarán que el gobernante de la ciudad fue negligente en responder a la tragedia.

Cuando todo acabo hubo juicios para decidir quien tenía que pagar por los daños, algunos de estos fueron cubiertos por el gobierno, no por ser solidarios sino porque se les encontró “culpables” de la tragedia.

En México, rara vez cuestionamos al poder, ni mucho menos hacemos juicios contra ellos.

#3. Pensar a corto plazo

La historia del Gran incendio de Londres de 1666 termina con el Acta de Reconstrucción de 1667 que le dio a esta ciudad la cara que conocemos al día de hoy.

Nota al lector: Esta reconstrucción tomo más de 50 años.

En México pensar en un plan que lleve más de 6 años es casi imposible, y claramente estoy hablando de los sexenios presidenciales.

Pero en la vida privada es casi lo mismo, hablando por experiencia personal hago planes para 2 años como máximo, ya luego voy viendo, pero conozco gente que no hace planes en absoluto, pues opinan que es una pérdida de tiempo, si nadie puede saber el futuro.

Por lo tanto, hacer un plan (o una ley o una norma) que prevenga una futura tragedia, pocas veces pasa. Aunque en CDMX se construyen edificios más resistentes a los temblores, no todo es malo.

Últimas palabras

México es un paraíso, y sí también el paraíso sufre en algunas ocasiones.

Mi botiquín de primeros auxilios en caso de tragedia contiene:

  1. Vendas de Solidaridad, porque es importante que sigamos siendo tan solidarios como hasta ahora hemos sido
  2. Ungüento Preguntón para que cuestionando valoremos más la vida que el poder
  3. Jarabe de Envalentonar para que retemos al futuro haciendo grandes planes a largo plazo.
Botiquín mexicano para las tragedias.

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