Ser un ciudadano global implica conocer y respetar otras culturas, y si te preguntas, ¿Para qué quiero conocer otras culturas si no conozco bien ni la mía? Sigue leyendo y te daré la lista de beneficios.
Siendo mexicana, me molesta que personas de otras latitudes confundan a México con Brasil (por ejemplo), que evidentemente (para mí) no tienen nada en común, además de estar en el continente americano.
Pero hagamos una pausa aquí, será que nosotros hacemos lo mismo con culturas de otras latitudes.
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¿Qué es un ciudadano global?
Un ciudadano global es una persona que sabe que la cultura es la forma en la que un grupo de personas se explica la vida y resuelve problemas.
Diferentes culturas tienen diferentes formas de solucionar el mismo problema y de explicarse la vida misma.
Beneficios de ser un ciudadano global
No importa tu nacionalidad ni en qué país vivas, es muy probable que tengas al menos un compañero de trabajo de otra nacionalidad y esta tendencia va a ser cada día más común.
Ser un ciudadano global te ayuda a:
- incrementar tu habilidad para crear relaciones interpersonales
- entender la forma en que cada país se organiza y soluciona problemas
- leer entre líneas las prioridades de cada cultura para una mejor comunicación y persuasión.
- Seguir las reglas no explicitas para una mejor colaboración y adaptabilidad
¿Por qué ser un ciudadano global?
Ya sea que vayas a conocer a tus futuros suegros o estés en una reunión de negocios con personas de nacionalidad diferente a la tuya, tu habilidad para crear relaciones interpersonales es vital.
Tal vez tu no tengas suegros o amigos de otras nacionalidades, pero eso no te excusa para no ser un ciudadano global.
Tarde o temprano tendrás que convivir con personas de otro país a menos que seas un ermitaño y vivas en una isla desierta.
En esta era de Apps y redes sociales que se usan tanto en la vida diaria como en la profesional, la comunicación, la colaboración, la adaptabilidad y la empatía son como las llantas de un carro y la cultura es el volante.
8 Tips para ser un ciudadano global
La buena noticia es que ser un ciudadano global es fácil y divertido, aquí mis ocho tips para ti.
#1. Curiosidad internacional
Podría asegurar que tuviste clases de historia y geografía en tu infancia, y probablemente no recuerdes casi nada de esas clases.
Te sugiero que empieces a estudiar países con los que tienes algún interés, tal vez revisar tu historia familiar o el país de origen de alguno de tus ídolos (ya sea un actor, político o deportista).
Por ejemplo, puedes aprender que en Kenia sea habla suajili e inglés, porque eres fan de Lupita Nyong’o quien tiene nacionalidad mexicana y keniana.
#2. Te entra por un oído
La música es una forma muy fácil de entrar en contacto con otras culturas.
Lo mejor de todo es gratis y lo puedes hacer cuando tengas unos minutos libres desde la comodidad de tu celular.
Tienes opción de conocer lo que está de moda en otros países o bien la música e instrumentos tradicionales, en ambos casos te puedes llevar gratas sorpresas como descubrir cantantes o grupos de música de tu gusto o descubrir que tal vez la música tradicional de un país lejano tiene ciertas coincidencias con la música tradicional de tu país.
#3. De la vista nace el amor
Si tu eres de los que piensan que de la vista nace el amor, entonces ver películas, documentales o series de TV es lo tuyo.
Y es que a veces ver historias de amor que se desarrollan en medio de un hecho histórico, sirve para entender tanto el drama de los enamorados, como la realidad de un país en algún momento de la historia.
Esta es una forma súper sencilla y divertida de aprender de otras culturas y otros pueblos.
#4. Comer, comer, comer
Y como dice el refrán, “a todo se acostumbra uno menos a no comer” y es muy cierto. Entonces que mejor que aprender de otras culturas a través del paladar.
Si te gusta cocinar que tal buscar recetas de otros países y probarlas el fin de semana en casa.
Que no te gusta cocinar… no hay problema, en casi todos los lugares siempre hay restaurantes donde venden comida típica de otros países.
#5. Viajar leyendo
Leer desde luego que es la forma más rápida y barata de viajar sin salir de casa.
Podemos ver libros con fotografías que nos muestren paisajes, trajes y festivales típicos de otros países, o leer cuentos y novelas donde al igual que en las películas, la trama de los personajes se lleva a cabo en otro país, entonces puedes matar dos pájaros de un tiro, lees la historia de los personales al mismo tiempo que te enteras de cómo viven (o vivían) en ese país en un momento determinado.
#6. Eventos culturales
Si se festeja el año nuevo chino, úsalo como pretexto para aprender algo nuevo sobre China, si se festeja el día de San Patricio, aprovecha para aprender algo nuevo sobre Irlanda.
Si además vives en una ciudad donde haya comunidades de otros países, pregunta si tienen exhibiciones o festivales donde puedes estar en contacto con la música, trajes típicos o comida de esa comunidad.
También los festivales organizados por las embajadas, son una oportunidad perfecta, pues tienen el objetivo de difundir la cultura de los países que organizan dichos eventos.
#7. Aprender idiomas
Aprender un idioma cuando hablamos de conocer otra cultura es la cereza en el pastel. Es justamente hablando otro idioma que se puede comprender mejor otra cultura.
Muchas veces conocer la historia que dio origen a un refrán o modismo es muy interesante.
Pero desde luego que el beneficio mayor viene de aprender un idioma nuevo, y no necesitas estudiar hasta aprender el idioma a la perfección. Desde las primeras clases puedes ver diferencias con tu idioma nativo, por ejemplo, que palabras se escriben con mayúsculas, si tienen palabras en femenino, masculino o neutro, y desde luego mis palabras preferidas, las que no existen en español pero que si tienen significado.
#8. Mide tu progreso
Ya sea cocinando recetas internacionales o viendo series de televisión, al principio iras aprendiendo muchas cosas nuevas de otros países.
Con el tiempo corres el riesgo de repetir entre un grupo de países, ya sea porque son los de más fácil acceso para ti o porque son los países a los que eres más afín.
Para evitar esto, te sugiero que imprimas un mapa y vayas iluminando cada uno de los países de los que has aprendido algo, si lo quieres hacer en versión electrónica también cuenta.
El objetivo es buscar información hasta que todos los países estén cubiertos.
Últimas palabras
Dice Dale Carnegie que a la gente le gusta hablar de sí misma.
Si quieres mejorar tu colaboración y empatía con personas de otras culturas que mejor oportunidad que preguntarles sobre sus tradiciones, pero lo que los cautivará es que tu demuestres tu conocimiento de su cultura, por ejemplo:
Para romper el hielo de forma más fácil (ya sea que los conozcamos en un ámbito personal o profesional) puedes hablar de la vez que hiciste una receta de un plato típico en tu cocina o de aquella canción de su país que te gusta. Hablar del clima ya no será necesario.
Creamos empatía con personas de otro país, pues podremos entender temas que son tabú o sensibles. Entonces en lugar de hablar de guerras o tragedias, podemos hablar de libros o animales típicos de su país.
El fin último de ser un ciudadano global es reconocer que hay diferencias y entender que ambas partes debemos encontrar las cosas en común para usarlas como punto de partida. En lugar de tratar de convencer a la otra persona que nuestra forma es la correcta.
