10 cosas que aprendí al vivir en el extranjero

He vivido en 3 países diferentes por varios motivos y en este blog te voy a compartir las cosas más importantes que he aprendido de mi experiencia de vivir en el extranjero.

¿Por qué vivir en el extranjero?

Me mude al extranjero por motivos de estudio, trabajo y como esposa expatriada.

En cada una de esas etapas tuve experiencias increíbles que recuerdo con mucho cariño y otras tan dolorosas que no me quiero volver a acordar.

Pero si nunca has vivido en el extranjero y estás poniendo en la balanza los pros y los contras de irte a vivir al extranjero, aquí te comparto algunas ideas de porque sí irte a vivir al extranjero por una temporada.

10 cosas que he aprendido al vivir en el extranjero

#1. Uno Te da flexibilidad, fortaleza y determinación.

Decir: “quisiera estudiar (escribe aquí tu curso preferido) en el extranjero”

suena padre… suena ambicioso…

  • el encontrar la universidad que imparta tu curso preferido
  • buscar los requisitos para ser aceptado
  • reunir los requisitos
  • enviar la aplicación y…
  • ser aceptado en la universidad

No suena ambicioso, es ambicioso y requiere de flexibilidad, fortaleza y determinación.

Ver una vacante en el extranjero acorde a tu perfil profesional

es una cosa.

  • contactar a la persona que publicó la vacante
  • atender entrevistas y…
  • recibir una oferta de trabajo

es otra cosa

Y para ello requieres de flexibilidad, fortaleza y determinación.

Así puedes ver como tu vida empieza a mejorar y aún no has puesto ni un pie fuera de tu país.

#2. Ver el mundo con ojos nuevos

Y tal vez te vas a vivir a una ciudad que ya conocías y, sin embargo, cuando llegas para quedarte a vivir descubres cosas nuevas.

Porque una cosa es ir de vacaciones y hospedarte en un hotel, y otra muy diferente es buscar donde vivir, instalarte en tu nueva casa e ir al supermercado en busca de comida.

Y si llegas a vivir a un lugar que no conocías, la experiencia de caminar por la calle y ver gente y cosas nuevas te hará más receptivo y le pondrás más atención al mundo que te rodea.

Esto enriquecerá tu vida personal con nuevas historias que contar, desde que tan diferente es el sistema de pago en el supermercado, hasta la gente nueva que conocerás en tu día a día.

Tu horizonte se expande y ante tus ojos se abre un nuevo universo lleno de nuevos personajes y nuevas experiencias.

#3. Conocerás eso que le llaman las diferencias culturales.

Las diferencias culturales son como el coco*, nadie las ha visto pero todos hablan de ellas.

*El Coco

Y, sin embargo, las diferencias culturales existen, se ven en cosas tan simples como la forma en que se viste la gente, la forma en que caminan, la forma de transportarse, si las calles son anchas o angostas.

La primera vez que llegué a Australia era verano y una de las cosas que más me sorprendió fue ver que la gente caminaba descalza por la calle. Creo que en México la gente no camina descalza ni el la playa.

El entender la cultura de otro país no se limita a las diferencias en la moda, sino a conocer diferentes formas de vivir y trabajar y de como la gente se relaciona.

Pensarás cosas como:

  • Esto en México lo resolveríamos en 3 minutos…o bien
  • Estaría súper bien que hiciéramos lo mismo en México.

Y de eso se trata, de descubrir que hay otras formas de hacer las cosas.

#4. Impulsa tu curriculum vitae

Vivir, estudiar o trabajar en el extranjero indican que eres una persona que se adapta fácilmente y eres flexible, además tienes experiencia para trabajar en equipo o comunicarte con personas de otras culturas.

En este mundo globalizado, esto es una ventaja importante.

También te da la perspectiva de conocer el mercado global (dentro de tu área profesional) pues verás nuevas formas de hacer lo mismo o bien puedes entender el mercado (es decir, la gente) del país donde viviste.

#5. Experimentar otros estándares de vida.

Durante mis años de estudiante en la universidad leí muchos libros de autores japoneses sobre productividad y calidad que siempre empezaban con la importancia de la limpieza.

Después trabajé en empresas automotrices (en México) donde vi aplicadas esas teorías.

Pero nada me pudo preparar para la primera vez que caminé por las calles de Tokio, no puedo describir con palabras la limpieza de las calles de Tokio, tienes que ir para verlo y vivirlo.

Y de eso se trata.

De que vivas y descubras que hay otros estándares de vida, en algunas cosas México es inmejorable, pero en otras tenemos mucho que aprender.

Y no se trata de cambiar o menospreciar la cultura mexicana, sino reconocer que hay diferentes formas de organización en una sociedad.

#6. Conocerás la independencia.

La independencia es un arma de doble filo, por un lado, tienes total libertad, es decir, sabes que nadie te esta viendo o mejor dicho que a nadie le importa que haces o dejas de hacer.

Por el otro lado esa libertad viene acompañada por un sentimiento de soledad, y muy en el fondo de tu corazón sabrás que a nadie le importas, o bueno, si… pero esas personas están a miles de kilómetros de ti.

Aquí la recomendación es que vivas la libertad de ver y aprender cosas nuevas, y que no sientas pena de hacer un poco el ridículo pues, aunque hagas un ridículo gigantesco a nadie le importa.

Las ventajas de haber hecho o aprendido cosas nuevas se verán reflejados en tu vida futura, tanto profesional como personal.

#7. Cosas en común.

El vivir en otro país y tratar en el día a día con personas de otros países y culturas te enseñará que los seres humanos tenemos más cosas en común de las que queremos reconocer.

En la actualidad tenemos muchas etiquetas, que si la nacionalidad, la religión, el color de piel, la sexualidad, la profesión, etc.

Pero por dentro, todos tenemos las mismas necesidades:

  • ser amados
  • pertenecer a un grupo y compartir
  • divertirnos y ser felices.

Viviendo en el extranjero y platicando con gente de muchas nacionalidades, he descubierto que:

  • Su mamá las regañaba por las mismas razones que mi mamá me regañaba a mí
  • O tenemos los mismos gustos musicales
  • Hemos visto las mismas películas
  • Incluso hemos leído los mismos libros.

#8. Perderle el miedo al efecto “país de origen”.

Regularmente los extranjeros con lo que tengo trato en México, son gente que vienen a trabajar, por lo tanto, son personas de un perfil profesional.

Eso me hacía pensar cosas como:

  • Los alemanes son inteligentes y exigentes.
  • Los americanos son súper tajantes, pero son amables.
  • Los japoneses son súper serios y respetuosos.

La primera vez que me di cuenta que la gente mal educada viene en todos los colores y sabores es cuando viví en el extranjero.

Y pude ver más allá de los estereotipos y de pronto conocí japoneses si respetuosos pero que les gusta la fiesta, vi que no todos los ingleses “son puntuales” ni todos los güeros de ojos azules son el “príncipe encantado”.

Al mismo tiempo, ves como en el día a día, el mexicano es tan capaz como cualquier individuo de cualquier nacionalidad.

Tenemos diferentes formas de afrontar los problemas, cierto, pero al final del día lo que importa es el resultado, si solucionaste el problema, si pasaste el examen, si entregaste la tarea eso es lo único que cuenta.

#9. Valorar a México

Una cosa es que yo diga que México es lindo y querido, y otra muy diferente que reconozca su riqueza cultural y su importancia dentro de la economía global.

Me gusta la comida mexicana obviamente… pero nunca me imaginé la cantidad de restaurantes de comida mexicana que hay en el mundo.

La importancia de las culturas prehispánicas y sus pirámides, las playas paradisíacas, lo mismo que el tequila y el mariachi son reconocidos a nivel internacional.

No conozco ninguna persona que haya ido a México (ya sea de vacaciones o de trabajo) y que me diga que no le gustó o que nunca más quiere regresar, sino todo lo contrario.

Debo reconocer que hay muchas cosas de mi país que no conocía y que salió en diversas platicas con extranjeros, lo que me hizo leer y enterarme mejor de la historia y la cultura de mi país.

Tristemente, la importancia del país se ve opacada por la violencia y el narcotráfico, pero de nosotros depende que la conversación cambie.

#10. Confianza en ti mismo

Si viviste en el extranjero por una temporada, implica que saliste de tu zona de confort.

El salir de tu zona de confort implica que tuviste un aprendizaje, incluir nuevos conocimientos en tu menú personal implica un crecimiento.

El vivir en un lugar donde el aguacate se llama avocado o palca, implica que incrementaste tu vocabulario.

Y ni hablar si viviste en un país donde no hablan español y entonces perfeccionaste otro idioma.

El mismo hecho de subirte a un avión ya nunca será igual.

Todas y cada una de las cosas que hiciste durante tu estancia en el extranjero te dan un aire de confianza de que:

si superaste ese reto… estas listo para lo que venga… y sí tienes razón.

Últimas palabras

El vivir en el extranjero va más allá de ser malinchista y pensar que todo lo extranjero es mejor que lo mexicano.

El vivir en el extranjero es una experiencia de vida que te saca de tu zona de confort de una manera brutal y emocionante a la vez.

La vida nos ha dotado de una inteligencia muy grande y pocas cosas hacen que explotemos nuestra inteligencia a su máximo potencial, vivir en el extranjero es una de ellas.

Lo mejor de vivir en el extranjero, es que también te da la oportunidad de conocer gente y amigos que tal vez duren para toda la vida.

Y por último y no menos importante, el vivir lejos de tu familia y amigos más cercanos, te da la oportunidad de revalorizar ese vínculo, verás como algunos amigos que casi no frecuentas de pronto se vuelven parte importante en tu vida, tristemente, también verás otros amigos que se alejan de ti… y eso está bien, es parte de la vida.

¿Listo para emprender la aventura de vivir en el extranjero?